El color del pelo, al igual que ocurre con la tonalidad de nuestra piel o de los ojos, depende de una sustancia llamada melanina.
Las canas salen porque nuestro pelo deja de producir melanina, el pigmento que da color al cabello, la piel o los ojos.
El vello facial y del resto del cuerpo también puede volverse blanco, aunque este cambio suele ocurrir de forma más tardía que con el pelo de la cabeza.